
En esta semana mi amigo Boligán publicó una caricatura de dos chicos besándose con tapabocas. Al día siguiente vi en un periódico la misma representación pero en esta ocasión a través de una fotografía.
Cuando vi las imágenes pensé: "A mí se me había ocurrido algo parecido". La cosa es que nunca lo hice. Me pasa muy seguido que se me ocurren cosas y no las hago porque me parece que es pérdida de tiempo, o que la idea es tonta, o que a cualquiera se le hubiera ocurrido. Pero lo cierto es que todo eso vale madre. Lo importante es trabajar y plasmar lo que se me ocurra por el puro placer de hacerlo. Así que decidí que la idea no se debía quedar en el tintero.